LA LEY DE RESPONSABILIDADES POLITICAS (1 MARZO DE 1940)

Este capítulo lo traemos a colación, porque dicha ley afectó a muchas personas de Líria que vivieron la contienda civil en la zona Republicana y que incluso en sus coletazos, perjudicó a personas que vivieron en la zona Nacional. La obra de Elenio Saña “El franquismo sin mitos”[1] es un reportaje mano a mano con D. Ramón Serrano Suñer, cuñado del Generalísimo Franco, que ostentó en el régimen anterior desde 1937 a 1942 los cargos de ministro de Asuntos Exteriores y de Gobernación.

Elenio Saña le pregunta a Serrano sobre la Ley de responsabilidades políticas, su gestación, autores y su aplicación y éste le responde. La Ley fue elaborada por Pedro González Bueno procedente del campo liberal y Ministro de Acción Sindical que no había sido falangista y que dentro de F.E.T. se significó como fanático Falangista, como todos los que como él, fueron “nuevos conversos” del régimen, al contrario de los viejos falangistas con alguna rara excepción. A González Bueno le ayudaron en la elaboración de la Ley falangistas de su misma laya. Es más, González Bueno había sido catedrático de Filosofía y Letras durante la dictadura de Primo de Rivera.

La Ley se dirigía concretamente a todos los que habían participado en el “Alzamiento socialista, comunista y anarquista contra la Republica en Octubre de 1934. A todos los que habían propagado ideas disolventes contra España y haciendo especial mención del Comunismo y la “Masonería”. Además de las responsabilidades políticas de Orden Penal, llevaba aparejada la de responsabilidades económicas, con embargo de bienes de los afectados, para el pago de las sanciones económicas.

A las preguntas de Saña, Serrano manifiesta que la Ley fue mala y mala en su aplicación por cuanto dañó a muchas personas que nada tuvieron que ver con las causas que señalaba la Ley como objetivo de su aplicación, cuyas personas quedaron marcadas para toda su vida. En Líria, se dieron casos sangrantes de la aplicación de la Ley.

Serrano, aunque reconoce lo anterior elude el nacimiento de la Ley y su aplicación retrospectiva, el tiempo en que se dictó y relata una anécdota que le tocó vivir.

Un día se les presentó en el Ministerio el excatedratico y entonces Sacerdote García Morente, del que González Bueno, había sido su discípulo al igual que Serrano, diciéndole que le habían aplicado la Ley y le habían embargado los escasos bienes que poseía. Serrano lo tranquilizó y le prometió hablar con González Bueno, ya que seguramente se trataba de un error. Serrano habló con González Bueno, pero este se negó tajantemente a rectificar la persecución contra el sacerdote García Morente por lo que Serrano tuvo que hablar con Franco, el cual intervino y ordenó a González Bueno dejar sin efecto la sanción contra García Morente.

Serrano contesta a Saña que la Ley fue mala pero se aplicó por poco tiempo aunque no obstante se aplico a Catedráticos y personal docente, algunos sin significación política y sólo por ser republicanos.

La actuación de González Bueno en el hecho que hemos relatado es producto de los tiempos de que unos se atribuyen el poder que no tienen, perjudicando a los demás. Hemos sido testigos de actos políticos de dudosa legalidad en nuestra larga vida y sobre todo en la guerra civil y en la dura posguerra. Lo ilegal y lo injusto, nunca tienen justificación.

Cuantas personas vinieron a Líria finalizada la guerra, en busca de trabajo o desterradas, en términos generales se comportaron correctamente y cuando se ausentaron cumplido el destierro dejaron un buen recuerdo entre los que los trataron. Otros continuaron en Líria, se afincaron y son muchas las familias que viven entre nosotros. D. José Franco, médico, murciano, querido y respetado por todos los que lo trataron. Ramón Pareja Monteagudo y su esposa Josefa, Antonio Martínez el canónigo de Cieza. Ramón Santonja y su familia de Calasparra. Frasquito, Cristóbal, Vicente Martínez y su esposa. Juan el Chozas y su familia de Calasparra[2]. Todos encontraron trabajo en la empresa de Hilados Hermanos Cantó y se integraron en la sociedad. A los que no se fueron a sus lugares de origen, a todos nuestro recuerdo.



[1] Saña, Elenio. “El franquismo sin mitos”, ed Grijalbo.... etc

[2] Yo fui padrino de boda de Cristóbal, puesto que se había casado por el Comité de su pueblo, la padrina fue Dª. Dolores Serra Jiménez, el matrimonio se celebró en la Iglesia de la Asunción, en la misa primera a las seis de la mañana, antes de entrar a trabajar. También el que suscribe fue padrino en el bautizo de una hija de “Juan el Chozas”.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Hola soy Josefa Martínez, hija de Juan Martínez el chozas, gracias a este blog he podido conocer a mi padrino; como me gustaría poder hablar con él y que me contara de aquella epoca y de mi padre.
mi correo es: alijovi5@yahoo.es
Gracias

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