Los voluntarios Carlistas

Al iniciarse el Alzamiento Nacional el 18 de julio de 1936, en cada una de las regiones en que este triunfó los requetés que estaban encuadrados en sus Unidades previamente se incorporaron rápidamente a los lugares de concentración que tenían señalados. Poco a poco fueron naciendo de los grupos heterogéneos que se fueron incorporando, en primer lugar compañías. Estaban mandadas generalmente por un militar profesional. Donde había cuadros de oficiales de requetés porque estaban organizados previamente, éstos se integraban en las compañías y en algunos casos se formaron Tercios completos –tipo batallón- para salir en campaña. Como ejemplo tenemos el Tercio de Montejurra que salió completo que salió mandado por el comandante Rafael García Valiño.

En primer lugar prácticamente la totalidad de los voluntarios eran carlistas, y así nacieron en Andalucía los Tercios de Requetés de la Virgen de los Reyes, Virgen de la Merced, San Rafael, del Rocío, Nuestra Señora de la Victoria, así como otras unidades como el Batallón de Cádiz y escuadrones de Policía Montada.

Tanto como fue alargándose la guerra se incorporaron a las unidades de requetés, elementos pasados en la zona roja a la nacional, en su mayor parte de procedencia carlista aunque también se incorporaron diversos pasados de significación católica y que veían en las unidades de requetés las fuerzas nacionales más afines con sus creencias religiosas. El Tercio de la Merced recibió -que sepamos entre otros voluntarios- siete jóvenes valencianos oriundos de la población de El Genovés entre ellos los hermanos Eduardo y Manuel Llopis Cardona, Antonio Such y otros amigos llamados Ismael, Rafael, Enrique y José. Estos jóvenes cuando se formó la bandera de Falange Valenciana dejaron el Tercio de la Merced y se incorporaron a dicha unidad, sólo por el mero hecho de estar formada por valencianos y con la esperanza de llegar pronto a las tierras levantinas. Ismael falleció en acción militar en Sierra Mojada, estando incorporado al Tercio de la Merced y finalizada la guerra sus familiares y amigos trasladaron sus restos a su pueblo natal. Hoy, Eduardo y Manuel Llopis y Enrique aun recuerdan con cariño su estancia en el Tercio de la Merced.

Los Oficiales del Requeté eran queridos y respetados por sus subordinados ya que aparte de la graduación, su significación ideológica producía una mayor unión entre los mandos profesionales que se incorporaban a los Tercios de Requetés, aunque éstos, en su mayoría, visto el comportamiento de los Requetés, se ganaron su respeto y admiración. De ello han dejado buena muestra en las diversas publicaciones que sobre su actuación en la guerra se han publicado.

Los oficiales del Requeté andaluces, modelados a su imagen y semejanza por D. Manuel Fal Conde, eran muy queridos por los requetés. Entre los del Tercio de la Merced queda el recuerdo imborrable del capitán de la 2ª compañía -en la que estaban encuadrados nuestros biografiados- D. Antonio Arredondo Sierra al cual tuvimos ocasión de saludar en el acto de Montejurra de 1.962.

D. Antonio finalizada la guerra cursó estudios en las academias de transformación y salió con el grado de Teniente. Se jubiló y en la vida civil no dejó de actuar dentro del Carlismo y tanto es así que falleció como podríamos decir en “servicio de campaña” en un accidente al trasladarse a Cádiz para adquirir el instrumental necesario para la banda de cornetas del Requeté gaditano.

D. Antonio Arredondo, Pepe León, Enrique Barrau, Pedro Lacave y tantos otros formaron desde el principio en las filas del Requeté andaluz y los que hoy aún quedan de dichas Unidades carlistas los recuerdan con el cariño y afecto del que se hicieron merecedores.

Y para terminar hacemos especial mención para recordar a Blas Moles Visiedo y a Martino, de Nules -ambos compañeros de Vergara, Asensio y Peñarrocha- el segundo ya fallecido y el primero a pesar de su avanzada edad entusiasta y leal Carlista.

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