Las Canciones de la Zona Republicana
En las memorias de guerra de Miguel Vergara Gimeno, Miguel Asensio Martínez, y Miguel Peñarrocha Taroncher, los tres combatientes carlistas de Líria, hay una parte dedicada a las canciones de la zona nacional. También en la zona gubernamental proliferaron las canciones y las poesías referentes al entorno social. En los frentes de guerra funcionaba un servicio de “Atención al Combatiente”, en el cual se les enseñaba a leer y escribir, ya que en aquellos años, era muy alto el porcentaje de analfabetismo en nuestra patria.
Cuando llegaron a Líria en noviembre de 1936, los primeros evacuados de Madrid y El Escorial, muchos de los entonces niños, ya cantaban canciones que habían nacido al socaire de los acontecimientos bélicos de su entorno, y asimismo muchos de los niños, vestían correajes y se tocaban con gorros militares. De ellos aprendimos aquella canción nacida en el frente de Madrid.
Si me quieres escribir
Ya sabes mi paradero
En el frente de Madrid
Primera línea de fuego
En el frente de Madrid
Primera línea de fuego.
Las milicias anarquistas -creo que debido principalmente a su ideal utópico- fueron las que más destacaron en la creación de canciones y poesías. Incluso los Internacionales tuvieron su canción dedicada a la batalla del Jarama, que aunque en inglés tuvo una gran resonancia. También tuvo su poema particular la Columna de Hierro, formada por anarquistas valencianos en julio de 1936.
En el mes de septiembre estuvo en Líria, sólo algunos días, una Unidad anarquista formada por voluntarios de Tomelloso y otras poblaciones limítrofes. Tuvimos ocasión de convivir con ellos. Eran en su mayoría, gente joven, que dejó buena impresión en la población. En el domicilio del cronista, C/ Salvador 76, se alojó un teniente de la Unidad y su esposa. Eran de Tomelloso. Él se llamaba Vicente y su esposa Adela. De ellos aprendimos las primeras estrofas de la canción bélica, dedicada a la LXX Brigada Mixta, que reproduzco más adelante.
La LXX Brigada Mixta fue una de las Unidades más legendarias de toda la guerra. Sus primeros combatientes formaron entre las fuerzas que al mando del Coronel Puigdengolas sofocaron el Alzamiento militar en Guadalajara y Alcalá de Henares. Al constituirse en Unidad quedaron adscritos a la LXX División mandada por el mítico Cipriano Mera, ya dentro del IV Cuerpo del Ejército Popular, participando en la lucha en el Frente de Madrid, Batalla de Guadalajara -Marzo de 1937- y Batalla de Brunete -julio de 1937-[1].
De jóvenes adolescentes, especialmente de mi recordado y entrañable amigo José Lázaro Alis, aprendí el himno de la confederación anarquista (C.N.T.).
A LAS BARRICADAS MARCHA TRIUNFAL
Negras tormentas agitan los aires,
nubes oscuras nos impiden ver
aunque amanece el dolor y la muerte.
contra el enemigo nos llama el deber.
el bien mas preciado es la libertad,
luchemos por ella con fe y con valor
alta la bandera revolucionaria.
que llevara al pueblo a la emancipación.
en pie el pueblo hacia la batalla
hay que derrocar a la reacción,
a las barricadas a las barricadas,
por el triunfo de la confederación,
hijos del pueblo te oprimen cadenas
esa injusticia no puede seguir
si tu existencia, es un mundo de penas
antes que esclavo, prefiere morir
¡ah¡ rojo pendón
no más sufrir
la explotación
ha de sucumbir.
levántate pueblo leal
al grito de revolución social…
En el invierno de 1937, antes de cerrar las escuelas al convertirlas en Hospital Militar, vino al Grupo Escolar un Director que nos enseñaba las letras y cantos de la Internacional -Himno Comunista- y la Joven Guardia Socialista, pero sobre todas predominaba la de “Si me quieres escribir…” u otra con diferente letra y la misma música.
Un dia en el parapeto
un facista vi pasar.
un dia en el parapeto
un facista vi pasar
me eche el fusil a la cara
con mucha tranquilidad.
no me mates con tomate
mátame con bacalao
que el hijo… de Mola
me ha llevado engañado
que el hijo… de Mola
me ha llevado engañado.
Hubo muchas canciones en los dos bandos contendientes que a pesar de nuestra corta edad se nos grabaron en nuestra mente y que con dificultad todavía recordamos. Todo el odio y el rencor que hoy se quiere resucitar en los que entonces éramos niños, hoy ya no existe. Cuando nos encontramos, rememoramos los recuerdos con ilusión y sinceridad. Los que hoy avivan el odio y rencor en su gran mayoría no vivieron aquellos difíciles tres años, y quizá la dura posguerra cuyas penalidades nos hicieron acrecentar la amistad y que hoy mismo conservamos a los setenta años del 18 de julio de 1936.
[1] Mera apoyó el golpe de Estado de Casado, contra el gobierno de Negrín, siendo pieza clave contra la resistencia Comunista, y terminando la contienda en el Frente de Madrid, Cipriano Mera, fue condenado por los Nacionales, saliendo de la prisión el 15 de diciembre de 1944. Se exilió a Francia donde trabajó como albañil, llevando una vida modesta hasta su fallecimiento.
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